Rueda destaca que Galicia “ha progresado tanto que hace tiempo que dejó de ser tierra de despedida para convertirse en tierra de acogida”

Recordó a los gallegos del exterior y a los emigrantes retornados en su toma de posesión como presidente de la Xunta

Alfonso Rueda jura el cargo de presidente de la Xunta de Galicia, flanqueado por el ministro Óscar Puente y el presidente del Parlamento, Miguel Santalices.

Alfonso Rueda Valenzuela tomó posesión como presidente de la Xunta de Galicia en un doble acto oficial celebrado el pasado 13 de abril en Santiago de Compostela. Por un lado, antes de comprometerse con el cargo, Rueda depositó una ofrenda floral, con los colores de la bandera gallega, junto a los expresidentes de la Xunta vivos, Alberto Núñez Feijóo, Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe, en la tumba de Castelao en el Panteón de Galegas e Galegos Ilustres, en San Domingos de Bonaval. Posteriormente, juró el cargo al aire libre, en una mañana soleada y calurosa, en un acto ante más de mil invitados en el parque anexo.

“Hoy más que tomar posesión como presidente de la Xunta, tomo posesión como el primer servidor de Galicia. El primer servidor de todos vosotros, y con todos vosotros quiero hacer este camino”, aseguró Alfonso Rueda en su discurso, acompañado en el atril por el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, y por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, en representación del Gobierno de España. Para sus nuevos pasos, Rueda advirtió que no puede “estar solo”, y se mostró agradecido con los conselleiros que le acompañaron y con quienes lo harán ahora, y sobre todo, con su familia. Ese momento fue el más emotivo de la jornada, al referirse a sus hijas, a su madre, a su mujer y sobre todo a su padre fallecido, cuando le brotaron algunas lágrimas.

Sin ser él de “citas históricas”, como reconoció, rememoró palabras de quienes le antecedieron en el cargo, de diferentes colores políticos, empezando por Gerardo Fernández Albor, quien también había tomado posesión en San Domingos de Bonaval, y afirmó que da el paso para aportar un “modesto grano de arena” a la “gran tarea que otros iniciaron y otros continuarán”. Lo hace, dijo, “con toda humildad”, con sus “virtudes y defectos”, y con sus “aciertos y errores”. Por los últimos, pidió “perdón” por anticipado, antes de lanzar un aviso: no aceptará que Galicia sea “menos que nadie”, pero que trabajará “con igualdad”.

“Es en la concordia donde Galicia se reconoce especialmente. Yo creo que en esta tierra ya lo demostramos incontables veces a través de las adversidades, que afrontamos, superamos, y siempre lo hicimos unidos. Porque eso es lo que somos”, explicó durante su intervención.

Y añadió: “Una tierra de vecinos que se ayudan. De familias que se reúnen para almorzar. De villas que mantienen sus tradiciones y recogen los trenes del futuro. De emigrantes que aún en el fin del mundo siguen soñando en gallego. Somos un pueblo fraterno y unido. Un pueblo maduro y sosegado, y así nos reconocen, pero orgullosos de ser así”.

Ésta no fue la única referencia a los gallegos residentes en el exterior, que además se extendió a los emigrantes retornados y a su apuesta decidida por el regreso de quienes se vieron obligados a marchar y de sus descendientes.

“Se ha hablado de estilos, pero yo vengo aquí a defender el Estilo Galicia. El de una Comunidad que prospera en la moderación y huye de los extremismos. El de una Comunidad que cree en la estabilidad como valor político, social y económico, en todo lo que supone y en las enormes ventajas que supone. El de una Comunidad que ha progresado tanto que hace tiempo que dejó de ser tierra de despedida para convertirse en tierra de acogida. Tantos gallegos y descendientes de gallegos que miran hacia nosotros como una tierra de oportunidades. Por eso, hay que acogerlos como merecen”, afirmó el recién investido presidente de la Xunta de Galicia.

Y continuó: “El de una Comunidad que lucha por lo que merece dentro de las reglas del juego, exigiendo que se respeten pero sin romperlas. Hacerse escuchar y conseguir cosas. Ese es el Estilo Galicia. El que presenté ante los gallegos en las elecciones, y en el que confiaron; Con ese estilo me presenté en el Parlamento esta semana ante los diputados de la oposición, con los que aspiro a llegar a acuerdos; y, sobre todo, y con ese Estilo me comprometo a defender a Galicia los próximos 4 años”.

Rueda concluyó reafirmándose en sus principios: “Lo haré porque estoy convencido de que en esa Galicia cabemos todos. En esta Galicia tan variada. A los que nos votaron y los que no, especialmente a los que no, los que estamos ahora y los que vendrán, los que viven aquí o los que viven fuera. Todos tienen derecho a exigir de su Gobierno, y exigir de mí, especialmente, esos compromisos y ese gobernar para todos. Lo haré porque estoy convencido de que es lo mejor para esta tierra”.

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